Un joven bate el Récord Guinness de comer en más restaurantes con estrella Michelín en un día

Preparó durante más de un año un desafío que estuvo a punto de fracasar cuando salió la nueva lista de restaurantes con estrella Michelín de 2022

EL Confidencial

Comer en un restaurante galardonado con alguna estrella Michelín es un lujo que no todo el mundo puede permitirse. En la mayoría de los establecimientos, los menús superan los 100 euros, llegando a más de 300 euros por comensal en los locales más exclusivos. Sin embargo, una persona ha logrado comer en 18 restaurantes con estrella Michelín en un solo día, una marca que ha sido registrada oficialmente por el Libro Guinness de los Récords

Para entender el reto hay que conocer a Eric Finkelstein, un joven de 34 que trabaja como consultor informático y vive en Nueva York y que es un apasionado de la comida. Cuando llegó la pandemia en 2020, Eric se fue de la ciudad, pero aprovechó para hacer una lista de aquellos restaurantes que quería conocer cuando se volviese a la normalidad. Pero, además, le surgió una idea que, con el tiempo, se fue formando en su cabeza: lograr un récord Guinness siendo la persona que más restaurantes con estrella Michelín visitó en un día. 

Cuando Eric volvió a la ciudad en 2021 comenzó a trabajar en su objetivo: contactó con más de 80 locales de Nueva York que tienen alguna estrella Michelín. Les explicó su objetivo y trató de obtener cita con mucha antelación: su objetivo era poder reservar en todos los restaurantes el mismo día y, además, hacer una ruta que le permitiera ir de uno a otro a tiempo de poder comer en todos ellos. 

Problemas superados

Todo estuvo a punto de venirse abajo cuando en aquel primer contacto solo respondieron 10 de los restaurantes de forma positiva. Pero cuando apenas faltaban 20 días para su reto aparecieron los nuevos galardonados en 2022 y algunos de los que había reservado desaparecieron de la lista. Tenía el tiempo justo para conseguir su objetivo y se puso a trabajar contrarreloj. 

La suerte se puso de su lado y, después de decenas de llamadas, logró un total de 18 reservas para el día 26 de octubre. Eric tenía miedo de que su apetito no fuera el necesario para enfrentarse a semejante reto y de hecho, comenzó a llenarse cuando todavía le quedaba un tercio de restaurantes por visitar. Una vez superado, reconoce a la CNN que el día después “casi no comí nada”. 

El día señalado arrancó en Le Pavillon, donde se comió una ensalada de aguacate a la parrilla; después visitó el Caviar Russe, donde se comió unos blinis de caviar y crème fraiche; más tarde también degustaría unas vieiras a la parrilla en Tuome, un steak tartar en Oiji Mi y ostras en The Modern, además de un tazón de arándanos rojos en Aquavit y un chawanmushi cubierto de erizo de mar y caviar en Noda, entre muchas otras exquisiteces. 

Tiene claro cuál fue su restaurante favorito: “Es fácil de responder, ese sería Noda”

En total, la factura ascendió a 494 dólares, a los que hay que sumarles impuestos y propinas. Tardó 11 horas en completar su reto y Eric cree que ese día ingirió alrededor de 5.000 calorías. El Guinness ya ha aceptado su hazaña e inscribirá su nombre por tercera vez en el libro de los récords, ya que antes lo había logrado con dos retos relacionados con el tenis de mesa. 

Primero consiguió el servicio de tenis de mesa más largo con 15 metros y 57 centímetros, y más tarde creó, junto a dos amigos, el mosaico más grande jamás montado con pelotas de tenis de mesa. Su próxima ilusión es conseguir un récord Guinness junto a su novia, aunque para ello aún tienen que decidir cuál será el objetivo. Y con sus antecedentes, seguro que lo consigue.

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