Trucos para dejar de procrastinar con el ejercicio, cambiar de hábitos y no tirar la toalla
Cambiar de hábitos siempre es difícil. Ocurre con la alimentación y también con el deporte. Sin embargo, son necesarios. Descubre como dejar de procrastinar con estos trucos
El Confidencial
Practicar ejercicio físico de forma habitual es uno de los objetivos que toda persona debería proponerse en la vida. Junto a una dieta sana y equilibrada, forman los pilares básicos para llevar un estilo de vida saludable, algo primordial en los tiempos que corren. Además de evitar el desarrollo de ciertas enfermedades cardiovasculares y cognitivas, también es beneficioso para nuestra salud mental ya que deja fuera de juego al estrés, la ansiedad o la depresión.
No obstante, si no es un gran amante del deporte y no lo has practicado desde pequeño, lo más probable es que a la hora de empezar a ejercitarlo te cueste más de la cuenta, corriendo el riesgo de procrastinar muy rápidamente. Esto, unido a que vivimos en una sociedad cada vez más sedentaria hacen difícil cambiar esa zona de confort por el sudor, las agujetas y un corazón latiendo como si se fuera a desbocar.
Justificaciones hay miles para ir retrasando el momento de hacer ejercicio físico. Se me ha hecho tarde, estoy cansado, no me he llevado la bolsa del deporte al trabajo, el gimnasio está lleno a la hora que puedo ir y así un largo etcétera. También juegan un papel importante las tentaciones como ver una serie en Netflix, navegar con el móvil o la ingesta de un picoteo suculento. Es lo que se conoce como procrastinar o el dejar las cosas para mañana.
¿Qué es procrastinar?
Pues algo tan sencillo como el retraso reiterado, voluntario e irracional de una acción pretendida que, al menos en teoría, nos beneficia o es importante para nosotros y que es sustituida por otra más placentera o menos difícil de llevar a cabo.
Sin embargo, acabar con la procrastinación es posible. Hay salida.Y es que existen muchas formas para incorporar una rutina diaria de entrenamientos que se adapten a tu estilo de vida, gustos y necesidades. Todo consiste en mentalizarse y convertir esa actividad deportiva en un básico de tu vida, al igual que lo es el comer y el dormir. No hay excusas, no hay peros que valgan.
Para ello es fundamental que el deporte escogido te aporte diversión y motivación y que puedas cumplir con las metas que te has marcado. Para ello debes fijar unos objetivos realistas que te ayuden a ir avanzando poco a poco, pero aumentando el tiempo dedicado y su dificultad de forma gradual. Algo muy sencillo y estimulante es centrarte en tu meta y visualizar el placer de la adrenalina que sentirás después de realizar la tarea que estás evitando realizar.
Trucos para no procrastinar en el deporte
Además de esto, para que no se te haga cuesta arriba practicar deporte, existen trucos como el de preparar todo tu equipamiento antes de irte a dormir, para tenerlo preparado para el día siguiente. Ropa de deporte, zapatillas, tu botella de agua, un bañador con su gorro y sus gafas, así como los elementos que necesites para ejercitar ese deporte, ya sean unas raquetas, un balón o una tabla para nadar. Tener la bolsa hecha al empezar el día te facilitará las cosas.
Otro factor importante es actuar a pesar de tus sentimientos y seguir una disciplina férrea. Haz deporte a pesar de sentirte cansado, enfadado, estresado o triste. Recuerda que para crear este hábito es fundamental la repetición de la acción cientos de veces para que la semilla por el gusto al deporte florezca dentro de ti, dejando atrás las inseguridades, las frustraciones o el aburrimiento.
También es importante centrarte en lo pequeño. ¿A qué nos referimos con esto? Si te has fijado adelgazar 15 kilos, no te centres en ese número y en la báscula. Piensa muy a corto plazo, es decir, en ponerte las zapatillas e ir al gimnasio y ponerte a realizar los ejercicios que ayudarán a lograr tu objetivo. Así de sencillo.
Evita la tentación de abandono mediante una cuenta mental regresiva de 5 segundos
Por último, trata de evitar las tentaciones de abandono que te impulsan a llegar a tu casa y descansar mediante una cuenta mental hacia atrás de 5 segundos. No hay ningún estudio científico que avale esta técnica, pero es de lo más efectiva y antes de acabar la cuenta regresiva (5, 4, 3, 2, 1) habrás logrado desviar de tu mente ese pensamiento que te llevaba a no finalizar la tarea iniciada.