No te imaginas cada cuánto deberías hacerte una limpieza de rostro
Por Cris Castany /El Confidencial
Si te cuidas y eres una persona mínimamente constante en los asuntos de belleza, seguro que en ocasiones acudes a un especialista a realizarte una limpieza de cutis. Si no lo haces, debes saber que es algo imprescindible. Igual que acudimos al dentista para la revisión anual, esta rutina debería ser un básico en tu calendario.
Las toxinas e impurezas que encontramos en el día a día por la contaminación se acumulan en nuestra piel, produciendo dos daños de forma inmediata: obstruyen los poros y hacen que la piel se vuelva opaca y desvitalizada. Son los efectos nocivos de los agentes externos a los que nos enfrentamos, que en las pieles más reactivas provocan la aparición de acné, exceso de sebo, sequedad o brillos. Es por ello que seguir una limpieza facial diaria es fundamental para mantenerla fresca y saludable.
En la actualidad, muchas mujeres se someten a tratamientos estéticos, pero cuando acuden para hacerse el procedimiento no tienen la piel como deberían. El Dr. Morales Raya, dermatólogo y especialista en cuidado de la piel, nos lo cuenta: “Invierto mucho tiempo en contarles a mis pacientes que si no llevamos un tratamiento cosmético adecuado a su patología, no tiene sentido que se hagan nada. Es un básico porque es lo que te va a potenciar el efecto de cualquier tratamiento que te hagas y, sobre todo, lo que te va a prevenir necesitar más tratamientos”. El experto habla de cuidado e insiste en la necesidad de que todo empieza por la base, la limpieza. Pero no anual, como creíamos hasta ahora, no. Recomienda una mensual si tenemos una piel sin problemas y cada 15 días si tenemos alguna patología: “Es fundamental llevar a cabo una rutina de limpieza facial profunda en una persona que no tiene una patología como parte de su rutina cosmética, como preparación para cualquier tratamiento médico estético. Solemos recomendar una sesión cada 15 días, seguida de una sesión quincenal mensual de mantenimiento, sobre todo en pacientes que están con la piel apagada o con menos luminosidad o cualquier patología específica”, cuenta el experto.
Pero no creas que vas a sufrir, los tiempos han cambiado y la ciencia está avanzando. Cuando piensas en limpieza, no te tienes que imaginar a tu facialista exprimiendo y erosionando tu piel, que es un sistema válido pero que no a todo el mundo le gusta. Ahora, hay tecnologías que nos permiten eliminar las células muertas de la piel y extraer las impurezas al mismo tiempo, pero nutriendo la piel con sérums que limpian, hidratan y tonifican. Una de las más conocidas y más utilizadas por los expertos se llama Hydrafacial, y permite limpiar, hidratar y tonificar.
¿Cómo mantener nuestra piel cuidada?
El doctor recomienda cuidar la piel con un mantenimiento específico que se basa en la teoría del ‘skinimalismo’, que contiene los siguientes productos: “Esta guía la voy a colgar en mi consulta, para todas mis pacientes, así lucharán contra el envejecimiento el día y la noche. Por la mañana limpiaremos, utilizaremos un sérum que contenga antioxidantes, un gel o crema hidratante y fundamental un protector solar multifunción SPF50+. Y por la noche, empezaríamos con una limpieza, un sérum antioxidante, un corrector como el retinol o alfahidroxiácidos y el gel o crema”.
Pero hay que tener en cuenta que, aunque limpiemos dos veces la piel al día, con todos los productos domiciliarios no somos capaces de eliminar las células muertas que la piel va acumulando, ni las trazas de polución que la contaminación nos deja. “Cuando recomiendo hacerse una rutina facial profunda en una persona es porque va a preparar la piel para facilitar la penetración de los aditivos que estemos usando y también la dejará lista para cualquier procedimiento de este tipo que quieras hacer en consulta. Y eso es un básico. Es obligatorio”, explica Morales Raya.