“Hartos”, pobladores de Pantelhó ‘toman’ alcaldía
La comunidad de Pantelhó, Chiapas, amaneció ayer como zona de guerra, luego de que hombres encapuchados armados con palos y machetes incendiaron decenas de casas y vehículos. Tras tomar el palacio municipal, exigieron que “se haga justicia y que la fiscalía detenga a la gente mala”.
Pantelhó, Chis., 28 de julio de 2021.- (La Jornada) Más de 3 mil habitantes de las 86 comunidades indígenas y los 18 barrios de este municipio tomaron la cabecera, incendiaron casas y automóviles, saquearon tiendas e hicieron que elementos del Ejército, la Guardia Nacional y policías estatales, que mantenían el control desde el 7 de julio, se replegaran varias cuadras.
La localidad amaneció como zona de guerra, con humo saliendo de varias de las aproximadamente 20 viviendas incendiadas y vehículos calcinados –dos ambulancias y una patrulla entre ellos–, sin energía eléctrica y las calles llenas de basura de los productos saqueados, pedazos de sillas, mesas y otros muebles, zapatos y ropa.
“La gente se ha cansado de tanta humillación, asesinatos y violencia. Dejamos de soportar todas las extorsiones de los sicarios, de Dayly de los Santos Herrera Gutiérrez, con apoyo del ayuntamiento (perredista) y de Raquel Trujillo Morales”, el alcalde electo, dijeron los inconformes.
“El gobierno nos ha abandonado. Aquí no hay seguridad, paz ni tranquilidad, sólo miedo, llanto, temores, extorsiones, intimidaciones y ya ni hablar de la corrupción. El 26 de julio entramos a la cabecera a hacer justicia nosotros mismos, a catear las casas de los asesinos y narcos, no de la gente que es inocente ni de las familias que han sido extorsionadas por estos delincuentes”, dijeron los inconformes en un comunicado.
“Antes hemos pedido el apoyo del gobierno federal y del estatal, pero nunca nos han hecho caso ni nos han tomado en cuenta. Nuestras autodefensas del pueblo no tienen nada que ver en el movimiento, sino que fue decisión de la gente, de todo el pueblo, de las 86 comunidades indígenas y los 18 barrios”, agregó uno.
Los destrozos se realizaron la tarde del lunes, cuando los aproximadamente 3 mil pobladores exigían a la Fiscalía General del Estado que cateara las viviendas que, según ellos, son propiedad de “los sicarios”, pero la institución se negó con el argumento de que necesita orden de un juez.
Ante su negativa, una turba de hombres con machetes y palos ingresó a las casas, saqueó tiendas y quemó vehículos, entre ellos dos ambulancias y una patrulla de la policía, así como un número no precisado de viviendas (más de 20, según lugareños).
Los más de 100 integrantes del Ejército Mexicano, de la Guardia Nacional y policías estatales que tenían el control del pueblo, empezando por la presidencia municipal, no intervinieron y se replegaron unas tres cuadras hacia la salida, donde permanecían este martes.
Entre los inmuebles quemados se encuentra un hotel junto a la presidencia municipal. “La gente mala de este municipio será sacada”, escribieron en una de las paredes ahumadas.
Mantendrán ocupada la alcaldía
Uno de los dirigentes de las Autodefensas del Pueblo El Machete comentó: “Exigimos que se haga justicia y que la fiscalía detenga a la gente mala”. Agregó que ese grupo no participó en la toma del pueblo, sino que lo hicieron “las comunidades”, pero “nosotros los apoyamos sin armas porque ésas y los militares se quedaron en el campamento”.
Manifestó que la alcaldía estará ocupada “hasta que haya justicia. Cuando nos atiendan nos iremos. Queremos que nos atiendan el gobierno federal y el estatal. Es culpa de la fiscalía lo que sucedió porque no quiso hacer su trabajo, como lo pedíamos con paz y tranquilidad. Fueron las comunidades las que tomaron el acuerdo e hicieron eso (los destrozos)”.
Marcelo Pérez Pérez, párroco del vecino municipio de Simojovel, quien acudió a reunirse con los representantes de las 86 localidades y los 18 barrios, informó que la diócesis de San Cristóbal nombró una comisión, integrada por 10 sacerdotes y religiosas, con el fin de mediar en el conflicto y que “encontremos la paz”.
Agregó que también se formó una comisión de 10 agentes municipales, cuatro presidentes de comisarios ejidales, seis servidores de la Iglesia católica y tres de la evangélica por parte de las comunidades y barrios para “buscar la paz. Platicaremos con la comisión para preparar los puntos porque no puede quedarse así. Una vez que tengamos los puntos a tratar, el coordinador, Pedro Cortez López, informará por dónde vamos a caminar”.
En un mensaje a los indígenas, sostuvo que “esto pasó por la omisión del gobierno, que dejó crecer la maldad. Ahora que surge su lucha los descalifica. Ese no es el camino. Vamos a ver cuáles son las raíces, por lo que ustedes lucharán”.
Representantes de los informes dijeron desconocer si existen personas retenidas, pero algunos habitantes de la cabecera aseguraron que la tarde del lunes se habían llevado a entre 15 y 20, algunas de ellas golpeadas.
“En este pueblo no ha habido autoridad”, dijo el dirigente de El Machete, al recordar que desde la irrupción de las autodefensas, el 7 de julio en la cabecera, los integrantes del ayuntamiento perredista no han aparecido por el pueblo.
Pedro Cortez López, coordinador de la comisión de los inconformes, formada el miércoles pasado, manifestó: “Si el gobierno se acerca buscaremos el diálogo, porque es nuestra autoridad electa por el pueblo”.
Marcelo Pérez, también responsable de la pastoral social de la diócesis de San Cristóbal, resumió lo que se percibe en la cabecera de este municipio tsotsil y tseltal de los Altos de Chiapas: “Ahora veo muchos rostros de color negro porque así está el pueblo”.