La hierba más antigua con la que mayas y aztecas curaban sus dolencias cuando la comían
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de enero de 2024.- (Enseñame de Ciencia) La historia culinaria de México es impresionante, en toda la historia de su gastronomía se encuentra una hierba extraordinaria que ha sido testigo de la evolución de la cocina y la medicina tradicional. Esta planta, endémica de México, ha trascendido el tiempo y se ha consolidado como un ingrediente esencial en la gastronomía del país. Desde la preparación de quesadillas hasta la confección de platillos emblemáticos como frijoles de olla, caldo de gallina, mole verde y chilpachole, el epazote no solo aporta su distintivo sabor, sino también una serie de propiedades medicinales que lo convierten en un tesoro botánico.
Las raíces del uso del epazote han estado en las civilizaciones antiguas de los aztecas y mayas. Estas culturas no solo lo incorporaron en sus recetas culinarias, sino que también lo aprovecharon en la medicina tradicional. Los beneficios del epazote se revelan en su capacidad para aliviar dolores menstruales, tratar problemas estomacales e intestinales, eliminar parásitos y reducir el nerviosismo.
Además, esta planta juega un papel crucial en la descongestión de las vías respiratorias y estimula la producción de leche materna. No obstante, es esencial destacar que el epazote contiene ascaridol, un aceite que puede ser tóxico en grandes cantidades, por lo que se aconseja su consumo moderado.
Hoy en día, México lidera la producción de epazote, superando las dos mil toneladas anuales. Los estados de Puebla, Tlaxcala y el Estado de México destacan como los principales productores de esta planta que ha tejido su identidad en la rica tapestry de la cocina mexicana.
Más allá de su importancia culinaria y medicinal, el epazote se revela como una joya para aquellos interesados en la agricultura sustentable y el autoconsumo. Esta planta versátil prospera en diferentes climas y florece principalmente durante el otoño e invierno, convirtiéndola en una elección accesible para los hogares mexicanos que buscan participar en la práctica de la agricultura en casa.
El epazote, además de su presencia en la cocina, es un tesoro nutricional. Su alta concentración de potasio, magnesio, calcio, fósforo, vitamina A, vitamina C, ácido fólico, sodio, fibra e hidratos de carbono lo convierte en un complemento nutricional vital. Presente en platillos cotidianos como las quesadillas y los tamales, el epazote proporciona elementos esenciales para el funcionamiento adecuado del cuerpo.
En términos nutricionales, el epazote es una fuente destacada de potasio y magnesio, cruciales para la función muscular y nerviosa. Su aporte de calcio y fósforo contribuye a la salud ósea, mientras que las vitaminas A y C fortalecen el sistema inmunológico. El ácido fólico, fundamental para el desarrollo de nuevas células, añade un valor adicional a esta planta que va más allá de su papel saborizante en la cocina.
Pero el epazote no se detiene ahí; su contribución a una dieta equilibrada se destaca por su contenido significativo de fibra, beneficiando la digestión, y de hidratos de carbono, la principal fuente de energía en nuestra dieta diaria. Estas características convierten al epazote en un ingrediente no solo sabroso sino también esencial para el cuidado de la salud a través de una alimentación balanceada.