Las enfermedades que un gato puede contraer si su arenero no se limpia bien
La caja de arena de un felino es un lugar sagrado para ellos. Mantenerla limpia es fundamental para que tu mascota no contraiga ningún tipo de enfermedad
Tener un gato en casa implica una serie de cuidados. Uno de los más importantes es mantener limpio su arenero, que debería estar situado en un lugar con buena iluminación y ventilación. No solo mejorará la limpieza de tu hogar, sino también la de tu mascota. De hecho, este gesto mantendrá a tu felino alejado de ciertas enfermedades. Por eso es primordial escoger una arena adecuada, limpiarla a diario y cambiarla cuando sea necesario.
Lo primero que debes hacer es establecer una rutina de limpieza. Lo ideal es que recojas los deshechos de tu gato a diario, para que los excrementos no se acumulen. En cuanto al cambio de arena, lo recomendable es cambiarla una o dos veces a la semana si se trata de arena absorbente, mientras que, si es aglomerante puede durar de dos a cuatro semanas.
Las arenas aglomerantes, compuestas por una arcilla llamada bentonita, se caracterizan por tener la capacidad de generar una masa compacta al entrar en contacto con las micciones de los felinos por lo que su retirada diaria es muy fácil. En cambio, las arenas absorbentes (las más baratas y populares) están formadas por sepiolita, un mineral poroso muy absorbente pero que, al no ser aglomerante, requiere que se cambie más frecuentemente para mantenerla seca y limpia.
Enfermedades urinarias, parasitarias y respiratorias
Para limpiar la caja de arena de tu felino, lo primero que tienes que hacer es vaciarla y colocar los residuos en una bolsa de plástico o papel. Acto seguido, vierte agua caliente en la caja y añade jabón. Deja que el agua y el jabón ablanden la suciedad entre 10 y 15 minutos. Con la ayuda de un estropajo o cepillo limpia la caja, retira el agua y enjuaga con agua fría. Por último, seca con un trapo o papel y coloca la nueva arena en el interior de la caja.
Areneros húmedos, con material fecal y mal ventilados propician la aparición de enfermedades urinarias en el felino debido a la proliferación de bacterias en la arena. También se pueden desarrollar patologías parasitarias (como el toxoplasma), en cuyo caso, el desencadenante se encontraría en las heces, por lo que retirando las mismas evitamos la parasitosis en el gato y en nosotros mismos, ya que es una afección transmisible.
Lo ideal es recoger los deshechos del gato a diario, para que no se acumulen los excrementos
Asimismo, el amoníaco que tiene la orina de un gato hace que se acumule el fuerte olor en el ambiente, quedando las vías respiratorias expuestas a irritabilidad. Hay que recordar que los gatos son animales muy limpios, por lo que, si la arena no está acorde a su gusto, podrían dejar de utilizarla, provocando un cambio en su conducta que pudiera afectar al número de micciones o el lugar en el que realizan sus necesidades, pasando a hacerlo en el suelo o en las plantas. elconfidencial.com