Levantan el desastre; Culiacán se guarda tras jornada violenta

Además del miedo por nuevos tiroteos, la ciudad vivió un viernes sin clases y con cierres en negocios y bancos; el saldo fue de 8 muertos, 16 heridos, 19 narcobloqueos y 51 reos fugados

CULIACÁN, 19 de octubre de 2019.- (EXCELSIOR) Los saldos de la batalla librada por la captura de Ovidio Guzmán se mostraron con toda su crudeza.

Los cuerpos de cuatro presuntos sicarios abatidos en la zona de Tres Ríos fueron levantados por la mañana, ya que ninguna autoridad se atrevió a hacerlo en la noche.

Aún humeantes, los vehículos usados en 19 narcobloqueos fueron retirados por grúas de Tránsito a la luz del día, mientras cuadrillas recogían los escombros que dejaron las quemas de autobuses, camionetas y otros autos.

Pero tras ocho muertos y 16 heridos, Culiacán no tuvo un viernes normal. Sus habitantes, que durante las balaceras se encerraron en trabajos, restaurantes, plazas o tiendas, no tomaron riesgos y se quedaron en casa.

En recorridos se observaron calles semivacías, negocios y bancos cerrados, al igual que oficinas de gobierno y escuelas sin labores. Un esperado juego de beisbol entre Tomateros de Culiacán y Sultanes de Monterrey tuvo que aplazarse. El transporte público funcionó a medias gran parte del día y los choferes de apps de taxis no dieron servicio. También los negocios de comida suspendieron los envíos a domicilio y recortaron sus horarios. Los vuelos comerciales se normalizaron y las gasolinerías sí funcionaron.

La Guardia Nacional se replegó y no hubo patrullajes de gran tamaño. Incluso la zona donde el hijo de El Chapo fue ubicado permaneció sin vigilancia.

Por la noche arribaron 230 elementos de las fuerzas especiales del Ejército mexicano. Recorrerán zonas marcadas con sangre y boquetes de balazos de grueso calibre. “No vamos contra nadie, vamos a proteger a la ciudadanía”, dijo un comandante.

Vestigios de guerra en Culiacán
Calles semidesiertas, escuelas y negocios cerrados, vehículos aún bloqueando caminos, así amaneció la ciudad.

Los restos de la batalla entre el Cártel del Pacífico y las fuerzas de seguridad federales, fueron levantados hasta ayer por el gobierno de Sinaloa.

Aún humeantes, los vehículos quemados eran resguardados por la policía estatal, que no pudo hacer nada hasta que amaneció, ya que, durante la noche, algunos carros más fueron incendiados. Nadie se atrevió a apagarlos o quitar los bloqueos, hasta tener la luz del día.

Los cuerpos de los presuntos sicarios abatidos tampoco fueron retirados. En el bulevar Enrique Sánchez Alonso, que cruza la zona de Tres Ríos donde sucedió la mayoría de los enfrentamientos, se localizaron tres cuerpos de presuntos sicarios y uno más en una boca calle de esta zona. La policía estatal insistió: “no había condiciones la noche del jueves para levantarlos”.

También había una camioneta del Ejército abandonada tras el combate, que era levantada por una grúa. Fue secuestrada por los integrantes del Cártel del Pacífico en la caseta de Costa Rica, donde videos de redes sociales muestran a una cuadrilla militar rodeada de civiles armados quienes los despojaban de su vehículo, cascos y armas.

Un hecho que el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, intentó negar durante la conferencia de ayer en Culiacán, al asegurar que no había un despliegue del plan DN-III en la ciudad, pero que reporteros locales le replicaron al instante al decirle que ellos mismos habían visto circular la camioneta, de matrícula 0808302, conducida por los delincuentes por calles de Culiacán.

Pero ni la luz del día hizo que Culiacán tuviera un viernes normal.

No hubo patrullajes importantes en las calles: la Guardia Nacional resguardó únicamente algunos puntos en los que quedaron varadas sus unidades. En contraste, la zona donde se desplegó el operativo, para detener a Ovidio Guzmán, permaneció sin vigilancia.

A pesar de que las autoridades locales han dicho que ya pasó el peligro, los habitantes decidieron no tomar riesgos y se quedaron en casa.

Las calles estaban semivacías, los negocios, cerrados, al igual que oficinas de gobierno y escuelas.

El trasporte público no se encuentra funcionando al 100% y los servicios de auto de alquiler para transporte de pasajeros en plataformas móviles tampoco están prestando el servicio.

Cerca de mil personas fueron resguardadas durante la noche del jueves en las 24 unidades, clubes de precio y centros de distribución que tiene Walmart en la zona; había clientes, empleados y proveedores. Ayer, las tiendas comenzaron a abrir de forma paulatina; sin embargo, al cierre de la edición había aún cuatro sin ofrecer servicio.

Los habitantes insisten en decir, que, a pesar de la mala fama de la ciudad, y del estado, ese tipo de enfrentamientos no ocurren con regularidad.

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